Hace unos días escuché en la radio (últimamente lo hago muy a menudo) hablar sobre la noticia de un nuevo descubrimiento científico: la píldora del olvido.Entonces pensé si me gustaría borrar algo de mi mente, se me ocurrieron unas cuentas cosas. En realidad si nos paramos a pensar cada uno tendría varios momentos que en un principio le gustaría borrar, incluso a alguna persona como ocurre en la película Olvídate de mi.
Cuando te pasa algo tan fuerte que te hace replantearte tu escala de valores, con el tiempo te das cuenta de que se aprende de todas las experiencias, pero de las malas puede que mucho más. Nos enseñan a valorar más el día a día y a vivir cada momento como si fuera el último.
De este modo te das cuenta que siempre hay motivos para sonreír, por cosas buenas o malas. Por eso yo no borraría nada de mis recuerdos, ya que gracias a ellos soy quien soy. Porque no quiero olvidar a todos los que han pasado por mi vida y que me han enseñado algo (cosas más y menos importantes, según), no quiero olvidar que hay momentos en los que no me importa ser invisible, no quiero olvidar las noches que espero a que suene Hit the road Jack para salir del curro, no quiero olvidar que de vez en cuando hay cosas que me hacen reconciliarme con el periodismo y recuperar las ganas y tampoco quiero olvidar que todavía quedan noches para hablar y perder la noción del tiempo.
Y mientras tanto, Mariam sigue mejorando lo presente.
No te cortes. Habla